lunes, 22 de junio de 2009

se habla de amor





La reflexión del amor, se hizo visible en la intervención final construida para la primera temporada de Urbánicos; después de todo el trabajo, los jóvenes que participaron del proceso, plantearon este tema como necesidad de reconocimiento de su ser. Este encuentro, que no fue tan casual, fue una reflexión elaborada por ellos en todo el proyecto para poner en la ciudad sus puntos de vista y su propia voz.

El amor y su acción, el enamoramiento, producen en las personas sentimientos encontrados de felicidad y plenitud, pero también de tensión y desesperación. “Todos nuestros deseos son aprendidos, todos los deseos nacen por imitación de los deseos de los demás” (Girard). Por lo tanto tenemos tanto al sujeto que desea, el sujeto deseado como al mediador. Los mediadores son: “las infinitas identificaciones con las que fuimos construyendo nuestra identidad en el curso de la vida. El mediador no es individual sino colectivo” (Alberoni). En este sentido es importante observar el tejido que se construye a través de la socialización y la intervención de múltiples actores: familia, sociedad, medios de comunicación, escuela, amigos, entre otros, que da como resultado eso que llamamos amor.

Esta construcción se puede hacer visible desde los lenguajes (verbales, no verbales, simbólicos), como catalizadores que tenemos para dar cuenta de los sentidos sociales, pero también de la transmisión y reelaboración de significados. Por esto nos vamos a situar en esta propuesta desde el lugar donde se habla, desde donde enunciamos. En este proyecto se establecerá una relación sujeto-sujeto, porque cada uno ha construido su mundo social e interpreta a su manera el discurso amoroso, para nosotros serán importantes estas particularidades porque desde allí actuamos en la sociedad y desde allí se construye lo colectivo.

Nuestra ciudad está compuesta por personas de diferentes orígenes geográficos y culturales. Esta mezcla de comunidades implica la rearticulación de la identidad. La identidad es un proceso en permanente cambio, un flujo de significados que los seres humanos construyen, arman, desarman, asimilan e intercambian, estos aspectos deben ser tenidos en cuenta en el proceso como posibilidad de creación y no de segregación.

Miraremos el amor desde los discursos, para plantearles preguntas desde nuestras vivencias. Desde una mirada diferenciada del género, que es claramente visible en la construcción social que hemos hecho.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Amor a las almas, de almas maneras y malas maderas. Ala que se ama de alma amanecida.


Auuuuu

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