lunes, 15 de octubre de 2007

VERDE REBELDE

Presentación
La construcción del espacio público en Medellín, tan limitado y constreñido a los lugares "turísticos", se ha entendido por parte de los arquitectos y diseñadores encargados, como la reforestación en cemento y hormigón, concreto y asfalto. Como si la expresión más cosmopolita y moderna de una ciudad significara el aplastamiento de cualquier pedazo de naturaleza viva.
El Parque de los Deseos, El Parque de las Luces, El Parque de los Pies Descalzos y el Parque de San Antonio, son sólo las últimas expresiones de la escuela arquitectónica cementera que probablemente tenga conexiones secretas con cementos del Cairo.
Reaccionar contra estos ardientes tapetes de granito es uno de nuestros cometidos grupales, lo pretendemos hacer con una serie de intervenciones en donde se le plantee la pregunta a un grupo de ciudadanos por el espacio público que se construye en una ciudad como Medellín. Trozos de espacio en la ciudad, que parecen contestar a una necesidad primaria de los seres humanos para estar con otros, o simplemente para tener paisaje distinto al hormigón monocromático y antiséptico, que se impone en el horizonte de la ciudad.
Los transeúntes caminan desprevenidos y no se hacen preguntas por las transformaciones de la ciudad, es necesario revolcar las conciencias, para que el espacio público de verdad sea un asunto colectivo. Necesitamos una ciudadanía activa, que reclame sus derechos y trabaje en pro de un desarrollo común, en donde primen los intereses colectivos sobre los individuales.
Es necesario dejar la apatía a un lado, la historia de la comunidad de Carlos E es una excusa perfecta para invitar a las personas a pensar en el espacio como un asunto vital en la vida y la ciudad como la suma de muchos fragmentos, muchas vivencias y sobretodo como el reflejo de lo que cada uno hace por ella.
Las acciones
La propuesta es la recopilación de ideas del colectivo interdisciplinario LA MISCELÁNEA, es una acción estética que tiene como tema central, el metro cuadrado de espacio público. Un asunto que como caminantes de la ciudad nos preocupa, las transformaciones se han hecho ante nuestros ojos y poco es lo que hemos hecho para apropiarnos, para defender lo que nos pertenece. Esta es una reflexión estética que se viene realizando desde el año pasado con la propuesta: Arroz con Leche (ver www.miscelaneamde.blogspot.com). Esta vez, Verde Rebelde es una propuesta también política, que plantea la pregunta por el valor del espacio público en la ciudad. Se retoma el concepto de ventas inmobiliarias, para ofrecer a los “clientes” metros cuadrados de lugares para estar con la familia, los amigos, las mascotas, solos o como quieran. Queremos saber si la gente siente como nosotros la necesidad de tener espacios concebidos para disfrutar con otros, espacios verdaderamente públicos en los que todos los ciudadanos puedan estar.
1. En los Parques
Los integrantes del colectivo LA MISCELÁNEA, visitarán espacios públicos de la ciudad con camisetas elaboradas para esta acción y repartirán unos volantes para invitar a la entrega del Parque el 22 de septiembre.
2. Metro modelo
El 22 de septiembre, habrá una carpa como metro modelo, en donde a través de catálogos se le venderá a la gente 1M2 de espacio público, con un lenguaje publicitario se invitará a las personas a conocer sobre este tema. Las personas diseñarán su metro cuadrado de espacio público, este se irá colgando en hilos que atraviesan el parque, esta información será muy importante para la historia de esta acción popular, pero también servirá de insumos para los diseños que se pretenden hacer con este lugar.
Paralelamente se hará un doit, las personas elaborarán móviles y escribirán su nombre para colgarlo en los árboles de este espacio, con esta obra pretendemos sensibilizar a la gente sobre la importancia de tener sentido de pertenencia con los lugares públicos de la ciudad.

domingo, 7 de octubre de 2007

VERDE ACCIÓN









verde rebelde

El espacio público es el alma de la ciudad, como para el ser su alma, ese espacio desconocido, sin peso ni forma, pero que todos sentimos como una presencia de sustancias y memorias muy propias, nuestro disco duro más íntimo e inalienable; así mismo funciona el espacio público para una ciudad, sólo que con una sutil diferencia que lo hace más grande e inviolable, que aquí se habla de memoria y sustancia colectiva, porque es el lugar donde los seres urbanos hacemos la vida posible y va desde un lugar físico, hasta el lugar del diálogo, porque público significa de todos, lo abierto, lo transparente. No aparece el público sin espacio y no hay espacio sin público, los dos se necesitan para emerger y dar forma a la ciudad tras el discurso que allí se produce. Por eso, cada uno es un trozo de ese espacio que, como el alma propia, no se entrega, no se vende, no se le deja ir, ya que son el aliento del ser y, por extensión, de la ciudad.

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